Consejos para Cuidar los Cascos de los Caballos.

Hola a todos, bienvenidos a una nueva entrada del blog de Cabalgandes, dedicada hoy a Consejos para Cuidar los Cascos de los Caballos.

En la anterior entrada del blog, se la dedicamos a explicar las más comunes enfermedades de los cascos de los caballos. En la entrada de hoy la trataremos sobre los cuidados y las prevenciones que se deben tener con los casos de los equinos. No importa si el caballo está en establo o en el prado. Los cascos siempre cargan el peso del caballo y del jinete. El desalinearlo puede tener efectos devastadores para la salud del caballo. Sin embargo, el cuidado de los cascos de los caballos no se requiere de tanto tiempo, lo importante es la continuidad. Los cuidados de los cascos de los caballos son los siguientes:

Raspado: Los cascos deben ser raspados diariamente, con el objetivo de eliminar las piedritas más pequeñas que puedne presionar la suela de los cascos. Así se pueden reconocer a tiempo las posibles heridas y se puede limpiar la ranilla y secarla si es necesario.
Control del herrador: Dado que los cascos de los caballos crecen de 6 a 8 milímetros, es imprescindible que el errador los revise con regularidad. Los caballos con herraduras deben ser calzadas de nuevo cada 6 semanas. Los animales descalzos deben recibir los cuidados del especialista cada 2-4 meses dependiendo de otros factores como la calidad del casco.
Engrasar: Regularmente engrasar ayuda a los cascos que se han maltratado, pero si están sanos es mejor no hacerlo. La grasa cierra los poros en el cuerno y bloquean el intercambio de humedad. Esto también puede ser de gran ayuda para caballos que están todo el día de pie en heno empapado de amoniaco o en el barro. Engrasarlos constantemente hace que los cascos se sequen.
Limpieza del establo: El establo debe estar lo más limpio posible, debido a que el amoniaco que resulta de la orina y las heces ataca los cascos. Las fisuras más pequeñas son un caldo de cultivo ideal para bacterias que pueden provocar la candidiasis.

El tratamiento para las enfermedades de los cascos es muy prolongado y suele tener un costo alto. El caballo camina con dolor y no puede ser montado en un tiempo y muchas veces no se sabe si se pueda montar de nuevo. Lo importante es que las enfermedades de los cascos pueden ser prevenidas. Por tanto, es mejor que los cascos tengan una buena salud y sean resistentes. Esto se consigue con una alimentación adecuada, unos buenos cuidados y un mantenimiento apropiado. Para eso, se necesita que los cuidadores enfaticen en acciones como:

Una alimentación apropiada: Un caballo necesita mucho forraje de buena calidad así como una cantidad adaptada a su necesidad nutricional. La alimentación correcta que excluye tanto el exceso como la deficiencia de ciertos nutrientes, asegura una flora intestinal sana, para una relación de generación de humectantes naturales para unos cascos de caballo estables y resistentes.
Una tenencia adecuada: Es un factor primordial para un caballo sano y unos cascos saludables. Hay que asegurarse de que el lecho del establo esté siempre seco y limpio, además que el clima no sea demasiado húmedo o sofocante. En la mayoría de los cascos, la paja es un sustrato mejor que el aserrín, que podría secar mucho los cascos. Si los caballos pasan 24 horas en el prado deben tener acceso a un refugio seco, en especial cuando el ambientes muy húmedo para que no tengan que estar en el fango todo el tiempo. Es importante el movimiento del caballo para su circulación y evitar sobrecargas innecesarias.
Un cuidado correcto de los cascos: El raspado diario es imprescindible para cualquier jinete.Cuanto antes se descubran los signos de enfermedad de un casco, es mejor antes para que se puedan tratar. En caso de que el caballo pase mucho tiempo en el establo y no en el prado, los cascos se han de humedecer un poco para evitar que se sequen y para mantener la humedad óptima en el cuerno todos los días.
Alineación de los cascos: El trabajo cuidadoso sobre los cascos, es necesario. Por lo tanto, el cuidador debe aprender a detectar irregularidades en sus caballos para que sean corregidas pronto. Una posición incorrecta de los cascos puede causar muchos problemas para todo el sistema musculoesquelético, tanto para los que van descalzos como para los que llevan herraduras.

También se pueden dar casos de caballos que a pesar de recibir los cuidados necesarios y de vivir en condiciones adecuadas llegan a padecer enfermedades de los cascos. Pero el riesgo de que una inflamación del casco empeore tanto que el caballo cojee, no puede ser montado o que en casos extremos tenga que ser sacrificado, disminuye mucho con un poco de conocimiento y un compromiso apropiado en términos de cuidados, ejercicio y alimentación.