El Pelaje de un Caballo.

Hola a todos, bienvenidos a una nueva entrada en el blog de Cabalgandes, hoy dedicada al Pelaje de un Caballo.

Para medir la salud de un caballo, la calidad y condición del pelaje es una buena medida para determinar qué tan saludable está el caballo. Los caballos pueden presentarse en diferentes colores. Estos pueden agruparse en rojizos, blanquecinos, mezclados y negruzcos. El pelaje de un caballo es la pigmentación que se presenta en su pelo, la cola y la crin. Se suele identificar facilmente y es necesario primero identificar el color de los ojos y de los cascos para identificar todo el pelaje del caballo.

Los pelajes de los caballos tienen un origen genético. Sin embargo, los detalles de su composición son desconocidos en muchos casos. Y dado el avance de la tecnología se permite tener una terminología de pelajes basada en la genética. Y con suerte, se suele combinar la identificación de los pelajes del caballo basada en los fenotipos y los genotipos. Para facilitar el estudio de los pelajes se suelen tener memoria util para desarrollar el estudio de las clasificaciones.

Las clasificaciones comunes se suelen manejar por fenotipos, que dificultan mucho el aprendizaje de las razas, sin embargo, el estudio apoyado en la genética ayuda a que haya términos auxiliares que apoyen la clasificación de los pelajes, dependiendo si sean básicos, diluídos, modificadores o cualquier otro que se entienda con cada clasificación.

Los caballos de pelaje básico tienen una capa negra en el cuerpo y las crines. Es muy común encontrarlos en centros especializados. Los pelajes básicos se definen desde el color de los pelos y las crines. Hay 3 capas básicas. Alazán o rojo, Castaño o Colorado, y el Negro. Y en cuanto a los pigmentos, se usa la eumelanina en el caso de los pigmentos negros o pardos y la feomelanina en el caso de los pigmentos rojos.

Los caballos tienen ambos pigmentos, eumelanina y feomelanina. Las tres cepas básicas resultan del contenido de los pigmentos anteriores en pelos y crines. Los pelajes básicos pueden ser descritos indicando únicamente el color de los pelos del cuerpo y el color de las crines de la cola y la crin. Sus tonalidades son relativamente oscuras, en el sentido de que no están afectados por ninguna dilución. La tonalidad del pelaje del cuerpo es uniforme ya que no están modificados por ningún patrón. Pueden tener marcas blancas singulares, que se consideran aparte del pelaje en sí mismo.

El brillo del caballo es dependiente tanto del cuidado diario como se le da por fuera como el aseo y el cepillado al pelaje, como en la alimentación del caballo. Los cuidadores y caballistas en general quieren que sus caballos tengan un pelaje suave, brillante y hermoso. Un pelaje corto y brillante refleja el buen estado del caballo y la calidad de los cuidados que recibe. Estos pelajes están formados de tejido epitelial que tiene diferentes funciones dentro del organismo, entre ellos la de regular la temperatura corporal y de formar una barrera protectora contra el ambiente. Y también, dentro de los pelajes hay 3 tipos de pelos: Temporales en su mayoría, los táctiles que se encuentran en las orejas y los ojos, y los permanentes que componen la crin y la cola del caballo.

Tanto la crin como la cola y el pelaje del caballo deben ser cepillados a diaro, así se elimina sustancias que pueden ensuciar el pelo, como el polvo, el barro y los parásitos, permitiendo que la piel del caballo transpire correctamente a la vez que genera aceites y ceras propias que aportan brillo. Una buena cepillada ayuda a reactivar la circulación sanguínea y ayuda a que el caballo regenere más rápido el pelaje. La crin debe ser cepillada con cuidado para que no reviente el pelo. y al pasar el cepillo se debe observar la reacción del caballo para estar seguro de que no se está lastimando al equino. Si se queda quieto es porque está bien, de lo contrario se pondrá nervioso.

Incluso la frecuencia del baño, influye en el pelaje del caballo. Los baños deben reducirse al mínimo porque los baños frecuentes resecan la piel. En el baño se deben incluir champus especiales, y retirar el exceso de agua y jabón antes de comenzar el cepillado. Lo ideal es usar agua tibia para bañar al caballo, iniciando con las patas eliminando todo rastro de barro.

Con respecto a los alimentos, hay que ayudarles a que sean alimentos que produzcan grasas y ceras. También los complementos ricos en calcio y fósforo de manera equilibrada y con dosis recomendadas. Hay elementos claves que pueden tener un efecto negativo en el caballo y esto hace que el equino produzca pelaje opaco y sin brillo. Y no se pueden olvidar los ácidos grasos, omegas 3 y 6. Para las crines, es recomendable cortar las puntas para estimular el folículo piloso y mejorar el crecimiento. También, ayudarle con productos para el cuidado del pelaje, de manera específica, ayuda a fortalecer el pelaje, para eso hay que consultar con el veterinario para saber cual es el más acorde para el caballo.

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