Enfermedades de los Cascos de los Caballos.

Hola a todos, bienvenidos a una nueva entrada en el blog de Cabalgandes, hoy dedicada a las Enfermedades de los Cascos de los Caballos.

Tener unos cascos sanos es esencial para el caballo y para el jinete. Son dolorosas las enfermedades en los cascos ya que pueden limitar el movimiento del caballo y a corto plazo son bastante preocupantes. Su origen es necesario saberlo y también cómo tratarlos para que el caballo se recupere de la mejor manera. Los cascos del caballo son la parte de su anatomía más expuesta al estrés. Caminan, trotan, galopan...y tratar con enfermedades en los cascos es cotidiano.

Un casco intacto es fundamental para el bienestar y la calidad de vida del caballo, sin importar su edad o su ocupación. Tener un caballo que no puede pisar bien por el dolor es uno de los dolores de cabeza más frecuentes entre los criadores de caballos y se tiene que buscar su prevención. Por eso bien lo dicen por ahí que "sin casco no hay caballo".

El casco de un caballo es una estructura difícil y muy sensible a las perturbaciones. Para mantener el casco fuerte y sano necesitan ayuda de varias personas. Los caballos que viven bajo custodia dependen de los cuidados regulares para poder soportar diversas tensiones y presiones de los diferentes tipos de suelo. Por eso lo más común es que la falta de cuidados sea una de las causas más comunes de las enfermedades de los caballos.

Pero la salud de los cascos no solo depende de la limpieza de estos, también la limpieza del establo influye mucho. Las bacterias y hongos se pueden atacar el casco y causar una infección que generan un lecho húmedo y un clima cálido y estable. Tampoco es raro que la enfermedad de los cascos se deba a una alimentación poco adecuada de los caballos. Una dieta que no es apropiada para la especie o una sobrealimentación conduce a una deiciencia o a un exceso de suministro de ciertos nutrientes por lo tanto contribuye a la salud de los cascos.

Hay otros aspectos a evaluar, por ejemplo un herrado incorrecto, la carencia de cuidado en los establos o por ejemplo una alimentación inadecuada. Con una buena prevención, se pueden evitar muchas enfermedades. Un buen cuidador detecta el cambio en el estado de ánimo del caballo. Con una mirada triste se puede detectar un problema en el caballo. Pero se deben fijar más de cerca a los cascos de los caballos, con el fin de detectar antes los cambios patológicos. La pared del casco es recta y lisa, y no debe tener grietas o ranuras.

Si en la pared se descubre algún desnivel, es imprescindible concretar una cita con el herrador o el veterinario para poder tomar medidas. Respecto al borde coronario, que es el encargado de hacer la transición del pelaje al cuerno, sirve para sacar conclusiones sobre la salud del casco del caballo. Este se debe tener el mismo tamaño en todos los cascos y formar lineas rectas. Sí el borde coronario está levantado, lo más probable es que se trate de una inflamación del casco.

Igualmente la línea blanca bajo el casco, la sección donde el herrero martilla los clavos, debe tener la misma anchura en todas las partes y no debe mostrar ninguna mancha roja. Si se tiene un conocimiento previo, se debe echar un vistazo a la disposición de la ranilla, la barba y el talón. Si estas partes no están muy separadas, se puede tener un talón o un casco remetido, y con fallas.

No importa si está en el establo, en el prado, en un paseo o en el campo de equitación: los cascos cargan todo el tiempo el peso del caballo y, en ocasiones, también el del jinete. La desalineación más pequeña puede tener efectos devastadores en todo el esqueleto del caballo. Sin embargo, el cuidado de los cascos de los caballos no requiere de tanto tiempo como parece. Lo que es muy importante es la continuidad.

Abarcar las enfermedades de los cascos de los caballos es un tema de bastante estudio para todos los aficionados a los caballos y más aún para los cuidadores. Las enfermedades más comunes para los cascos son:

Candidiasis: La candidiasis es una enfermedad bacteriana de los cascos en la que la ranilla se descompone. La enfermedad se reconoce mediante el típico olor a descomposición. Además, se crean cavidades en la ranilla, rellenas con una masa negra. Las bacterias se multiplican en un ambiente húmedo bajo exclusión del aire. Por eso es por lo que la limpieza del establo y el cuidado regular de los cascos son tan importantes.
Laminitis: La laminitis es una inflamación del corion. El corion se encuentra detrás del cuerno y sirve como unión entre este y la primera falange. En el peor de los casos puede desprenderse toda la cápsula de los cascos. La laminitis puede estar causada por varias cosas como la alimentación incorrecta, la sobrecarga, el envenenamiento, la ingesta irregular de alimentos o el hambre. La enfermedad se puede reconocer por el andar cojo y restringido del caballo debido al gran dolor que soporta al correr. Si se sospecha de una laminitis, los cascos deben enfriarse de inmediato y es imprescindible consultar a un veterinario.
Úlcera / abscesos: Se trata de una inflamación interna del casco del caballo. Esta presiona el casco, lo que resulta muy doloroso para el caballo. Al igual que en la laminitis, el síntoma principal es la cojera. Para aliviar el dolor los animales evitan sobrecargar la pierna afectada levantándola. Aquí también es imprescindible llamar de inmediato al veterinario.

Hay muchas más enfermedades en las que los cascos de los caballos pueden estar involucrados. Para los cuidados y la prevención de las enfermedades, se requeriría otra entrada de este blog explicando este amplo tema muy interesante para todos.