Hola a todos, bienvenidos a una nueva entrada en el blog de Cabalgandes, hoy dedicada a un especial de festivo: La Leyenda de Pegaso.
Cuando la gente del común escucha la palabra "Pegaso" o "Pegasus" la pueden asociar mayormente al ánime en la creación de Masami Kurumada "Saint Seiya" que en español se nombró como "Los Caballeros del Zodiaco". Otros la pueden relacionar a camiones o a empresas muy alejadas de su significado real. En esta entrada buscaremos explicar el verdadero origen de Pegaso, y del porqué es una leyenda.
Según la mitología griega, Pegaso es un caballo alado que fue el primero que llegó a estar entre los Dioses. Pegaso era el caballo de Zeus, protector del cielo y de la tierra. Pegaso, junto a su hermano Crisaor, tuvo su origen en la sangre derramada de la Diosa Medusa, cuando Perseo le cortó la cabeza. Pegaso suele representarse en blanco o negro, y tiene 2 alas que le permiten volar. Una característica de su vuelo es que cuando lo hace, mueve las patas como si estuviera cabalgando por el aire.
Pegaso era un caballo indomable. Era un maravilloso caballo que tenía el poder de hacer brotar agua donde pisaba. Al poco de nacer dio una coz en una roca del monte Helicón y en ese lugar nació una fuente. Los dioses le admiraban y las musas lo cuidaban y alimentaban. Muchos deseaban tener a este caballo tan especial, sin embargo ninguno lo podía domar y sobre todo montar. .
Las fuentes más clásicas y las estudiosas de la mitología griega nunca representan a Perseo montando en el lomo de Pegaso, puesto que el Semidios Perseo volaba gracias a las sandalias que usaba obsequiadas por el mensajero Hermes (Un guiño hecho en la película "Percy Jackson y el Ladrón del Rayo" Cuando Luke, hijo de Hermes, le regala a Percy unos tenis con alas). Además de que Hesiodo aplica un epíteto a Perseo como Jinete de Pegaso.
Las primeras representaciones de Pegaso fueron hechas con Perseo en el lomo, dado a una placa de Terracota melia del siglo V a.C, que mostraba al Semidios con la cabeza de Medusa y al lomo de un caballo que muchos afirman que es Pegaso, y que logran identificar como un caballo no alado. Lo cierto es que Pegaso es identificado fuertemente con el héroe Belerofonte, Principe de Corinto, quien a lomos de Pegaso logró dar muerte a la Quimera, bestia de múltiples cabezas, en las que se cuenta un león y una cabra, que asolaba a Licia. Belerofonte logró también ganarle a las amazonas, aunque este héroe encarnara el defecto de la ambición en exceso.
La leyenda de Pegaso y Belerofonte se extiende cuando este último logra domar y montar a Pegaso. Belerofonte le pidió una ayuda a la diosa Atenea para capturar a Pegaso. Ella le entregó unas bridas de oro, con las que podría atrapar y domar a Pegaso. Lo capturó mientras pastaba apaciblemente. Pegaso se convirtió en el compañero de hazañas de Belerofonte y no contento con esto lo obliga a llevarlo al Olimpo para buscar convertirse en un Dios, pero Zeus, molesto por su ambición en exceso, envía a un mosquito que pica el lomo de Pegaso y precipita la caída al vacío de Belerofonte sin matarlo, dejándolo lisiado y condenado a vagar por el mundo recordando su gloria del pasado.
Desde ese momento, Pegaso quedó libre de su jinete Belerofonte y Zeus lo nombró como portador del rayo y del trueno, símbolos máximos de su poder y le hizo el encargado de conducir el carro de Aurora, con el que se anuncia el día. También en agradecimiento, Zeus convirtió a Pegaso en una constelación, y desde ese entonces todas las noches Pegaso nos mira desde el cielo.
La leyenda de Pegaso también tuvo influencia en la tradición islámica. Pegaso ayudó a la creación de Buraq, que significa rayo o estallido en árabe. Buraq fue el equino que trasladó de la tierra al cielo y de regreso durante el viaje nocturno que el profeta Mahoma realizó, mencionado en uno de los capítulos del Corán. Dicen los estudiosos que se debe a un corcel hermoso, extendiendo en el arte islámico persa e indio con la figura de un bello rostro femenino. La importancia de Buraq es tan grande como la que se le da a Rocinante, caballo del Quijote de la Mancha, de Babieca, caballo del Cid o la de Bucéfalo, caballo de Alejandro Magno.
La leyenda de Pegaso se extiende a lo largo de la historia hasta nuestros días, ya que es uno de los caballos mitológicos más llevados al cine, y uno de los necesitados por los dioses y héroes de la mitología griega, tanto como el unicornio, siendo seres extraordinarios que encajan en películas de fantasía y ficción. El Pegaso se puede ver en películas como Hércules, de 1997. También se puede ver en películas como Furia de Titanes de 1981 y en su remake de 2010, en la que se puede observar al lado de Perseo. Igualmente, un Pegaso es el emblema de la productora Tristar Pictures.
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