Hola a todos, bienvenidos a una nueva entrada en el blog de Cabalgandes, en este especial de festivo, el cual es titulado Los Caballos que Cuidan Enfermos.
En muchas ocasiones, el ser humano cuando es cuestionado sobre cuále es el mejor amigo del hombre dentro de los animales, es difícil responder. Sin embargo, no quedan dudas sobre la lealtad y fidelidad que muestran los caballos. El amor constante que muestran los equinos a sus amos es de un ser que no puede fallarle a nadie en ningún momento. Ejemplos de fidelidad equina hay por montones, pero hoy queremos contar 2 que son dignos de rescatar.
Peyo
Peyo es un caballo que tiene 14 años y trabaja con pacientes terminales en 5 hospitales de Francia. Este caballo ayuda a estimular y a aliviar sus dolencias. Peyo tiene la capacidad única en su género de detectar aquellos pacentes que padecen enfermedades como Alzheimer, cáncer y otras enfermedades de tipo terminal. Aunque no los puede curar, este caballo logra tranquilizar a los pacientes y conseguir que los enfermos muestren mejores que antes no se presentaban.
Cuando los pacientes ven a Peyo, estos muestran un notorio cambio en su estado de ánimo y permite también reducir la dosis de medicamentos. Por este motivo, este caballo hace parte de diferentes estudios científicos en cuidados paliativos, geriatría y pediatría. La cercanía de este caballo con los niños es notoria y muy apreciada por los médicos por la calidez que Peyo despierta en los niños.
Peyo asiste a diferentes hospitales de Francia. Este caballo se acerca a quienes sufren diferentes enfermedades, se deja acariciar, los mira y en algunos casos lame a los enfermos. Según los dueños de Peyo, este caballo es el que escoge a los pacientes a quien acercarse. Y también decide qué dias ir o no ir a un hospital, mostrando que Peyo es el que toma las decisiones y las riendas en esta terapia que él presta.
Para poder hacer esta terapia en los hospitales, el caballo debe cumplir un estricto protocolo de higiene en donde es duchado, lo cubren con un manto y le aplican un antiparasitario en sus patas. Tal son las ganas de Peyo por ver enfermos, que no tiene problemas en subir en ascensor. Una de las ventajas de estas visitas a esos hospitales es que el caballo no defeca ni hace sus necesidades durante las estancias dentro de los hospitales.
Su dueño se llama Hassen Bouchakour desde hace 7 años. Él asegura que Peyo es un animal sumamente nervioso y que no le gusta mucho que lo acaricien, pero este estado lo cambia al estar con personas muy enfermas. Cuando pasa esto, el caballo cambia su carácter distante y frío a ser totalmente amable y sociable. Peyo es un animal que es puro amor y bondad para quienes están en un momento crítico de sus vidas, aliviando y haciendo más felices a los enfermos que se sienten relajados y encantados con la presencia de un animal así.
Ecatepec
En Ecatepec de Morelos, uno de los 125 municipios que pertenecen al estado de México, se ha ganado la fama dentro de México por ser un lugar que se ha especializado por tener terapias con equinos. Actualmente le brindan atención a más de 100 personas. Dentro de la municipalidad existe un programa de equinoterapia que se brinda de manera gratuita.
Los caballos, que tienen como nombres Caudillo, Cuitláhuac, Zarape, Abuelo y Tostón, son caballos que tienen unas características muy especiales: Son nobles y su fácil manejo los hacen destacados para la atención dentro del programa. Los caballos y los especialistas en el área de terapia equina, han brindado más de 5000 sesiones a pequeños con parálisis cerebral, poliomelitis, autismo, esclerosis múltiple, retraso mental y síndrome de Down, entre otras discapacidades.
Los caballos y los especialistas están facultados para tratar pacientes desde los 2 años de edad hasta adultos mayores con problemas psicomotores, de lenguaje, psicológicos y mucho más. Además que conocen profundamente los tipos de discapacidad, equitación y mundo ecuestre, además de que son conocedores de las neurociencias y la inteligencia emocional.
Las equinoterapias tienen como fundamento que el calor corporal, el trote del caballo y sus reacciones, transmiten impulsos ritmicos y de movimientos tridimensionales, lo que estimula al cuerpo humano y mejora la memoria, la articulación de palabras, la comunicación gestual, el equilibrio, la coordinación, los reflejos y la capacidad motora. Estas terapias también son aprovechadas por pacientes que requieren atención para tratar condiciones como la bulimia, la anorexia, la adaptación social y mental, quienes hacen que a través de los equinos adquieren autoconfianza, control de emociones y la capacidad de atención.
Estos son un par de ejemplos de cómo los caballos ayudan a gente que de verdad los necesita y los hace sentir bien. La cercanía hacia estos nobles animales hace que el ser humano sienta unas sensaciones diferentes a cómo se siente con otros ambientes. El caballo, sea en la manada o solo, demuestra mucha solidaridad y acompañamiento, muestra la nobleza y la lealtad a su ser querido. Así también pasa con los amantes de los equinos.
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Nos vemos en el camino.
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