Hola a todos, bienvenidos a una nueva entrada en el blog de Cabalgandes, hoy dedicada a los Caballos y la Soledad.
Los caballos por naturaleza tienen comportamientos muy parecidos a los del ser humano. Son animales sociales, les gusta mucho estar en manada, disfrutan de actividades en conjunto y gozan de buena convivencia entre sí. En la manada no se sufre de juicios, ni de máscaras, se suele ser auténtico y real. Sin embargo, el caballo también puede tener sentimientos de soledad. Desde un punto de vista del estudio de su comportamiento, el caballo necesita mucha actividad y dedicarse a sus labores diarias.
Como todos los animales, los caballos necesitan socializar, interactuar entre ellos y su alrededor y comunicarse. Además de sus necesidades básicas relacionadas con su bienestar, como su alimentación y con su salud. Debido a que el caballo es herbívoro, un caballo pasa varias horas al día buscando su comida, pero esa necesidad también se expresa en el packaging con el que se mueve, interactúa y evoluciona desarrollando vínculos e interacciones con su entorno más cercano.
La salud psicofísica del caballo está relacionada con el comportamiento que el caballo tiene con su manada y con el hombre.Por ser una especie de manada, el caballo necesita socializar mucha otra información que no lo incline a desarrollar comportamientos obsesivos y destructivos a si mismo como lo son: Moverse, ser parte y pertenecer a una manada, la comunicación con la misma, explorar su entorno y el paisaje, proteger y cuidar de los más pequeños, cortejar y competir con sus demás miembros de manada, colaborar con la misma y mantenerse en forma.
Sí llegara a faltar alguno de esos elementos, el caballo corre lentamente el riesgo de perder cualidades cognitivas, por lo que su equilibrio psíquico se ve comprometido y el caballo empieza a manifestar su malestar. Algunos de los signos de malestar del caballo es mover las orejas para atrás, lo que significa que tiene malestar o agresión y también se deben tener en cuenta puntos comunes y generales como lo son: Falta de hambre, falta de fuerza, aislamiento social o tristeza.
Esos comportamientos suelen convertirse en "Estereotipos". Esas conductas obsesivas que corre el caballo repetidamente y no funcional. Comportamientos que ocurren en situaciones de estrés o incluso a algunas interacciones con el hombre que no le tiene cariño. No se trata de una adicción sino de un malestar animal que reacciona a un estímulo estresante como el del aburrimiento o el de la soledad.
También los comportamientos hay que leerlos y saber que es lo que le molesta.
El caballo mueve la cabeza de izquierda a derecha todo el día. Este comportamiento obsesivo del caballo expresa un verdadero malestar psicofísico.
El Caballo empieza a masticar madera. Este comportamiento puede llevar a que un caballo sienta molestias en la boca, cuando el caballo intenta limarse los dientes comiendo madera. En este caso puede ser un comportamiento de malestar, vinculado al aburrimiento o al estrés.
El caballo fija sus dientes a una superficie, haciendo que sus músculos se contraigan y tiren de la superficie. Este es un tic que hace que el caballo introduzca aire al esófago. Esto hace que el caballo sufra de desgaste de los incisivos y pierda peso.
El caballo fija sus dientes a una superficie pero no muerde, en este caso el riesgo más grande es el cólico.
El lamber excesivamente una superficie, o el movimiento incesante de la lengua, hace que se pueda dañar la piel.
Hacer que un caballo esté feliz y sano, significa que se debe estar pendiente de sus necesidades, no solo alimenticias y de un espacio. El caballo debe tener una vida absoluta. Y esa vida absoluta para que el caballo no sienta soledad se compone de:
Sentirse en compañia.
Tener un grupo con el cual compartir.
Crear lazos de afecto y confianza con su cuidador y con los demás miembros de su manada.
Tener espacio de juegos.
Moverse y hacer exploraciones en su entorno.
Estar presente con el caballo manipulándolo y cudándolo.
Hacer actividades con el caballo como paseos o ejercicios de adiestramiento.
Tener un compañero que no sea un caballo más, así como un pony, un perro, una cabra, un gato, con el que el caballo pueda interactuar y el caballo se encargue de su cuidado.
En Cabalgandes queremos conocerte y que hagas parte de nuestra comunidad, por eso te invitamos a nuestra próxima cabalgata el sábado 6 de noviembre. Más información e inscripciones aquí.
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