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Una Gran Compañia

Hola a todos, bienvenidos a una nueva entrada en el blog de Cabalgandes, hoy tiene como título "Una Gran Compañia".





En recientes días estaba diseñando una presentación para unos niños de una fundación que asiste a familias con escasos recursos, en la que hablé de los sistemas naturales y sus beneficios. En medio de esta preparación, me encontré una cita de un libro llamado "La Economía Azul" de Gunter Pauli (Les recomiendo este libro) que me llamó la atención:


"En una época en que el hombre se ha olvidado de sus orígenes y está ciego respecto a sus necesidades, el agua, los animales y otros recursos se han convertido en víctimas de su indiferencia."


Y me puse a pensar, ¿Cómo ha sido nuestra relación con los caballos? Sí lo miramos desde el punto de vista histórico, la relación del hombre con el caballo inicia hace unos 6 mil años. Después del perro, el caballo es el animal con más tiempo al servicio del hombre, 6 mil años en los que el caballo ha sido domesticado por el hombre y usado en diferentes ambitos, como laborales, económicos y militares. Luego de todo este tiempo, además de ser animales sociales y animales de manada, los caballos han aprendido a desarrollar diferentes lenguajes de comunicación entre ellos y también con el ser humano. Solo falta captarlos y entenderlos.




Para muchos historiadores, la suerte de los caballos es lamentable. Los comparan mucho con los soldados impávidos cerca a ser masacrados, y en medio de esta debilidad muestran un holocausto de los equinos. Es un animal que ha sido muy sacrificado, maltratado, pero también a la vez noble y dispuesto siempre a servirle al amo. En eso hay mucha similitud al ser humano, que por más maltratos que algunos reciban, indiferencias, siempre están ahí dispuestos a ayudar a quien lo necesite, incluso a quien lo maltrata, todo porque su naturaleza es la de servir y de amar.


Como con cualquier ser vivo, la comunicación entre el caballo y el ser humano tiene que estar sustentada en el respeto. El caballo es un animal que se adapta al medio que lo rodea, siempre sobreviviendo de la mejor manera. Por eso cuando el humano decide tener el caballo bajo su cuidado, lo pone al completo en sus manos, y se genera una sinergia inigualable. El caballo antes de acercarse a otro animal lo mira, crea espacio y distancia; y los humanos tendemos a tener mucha precaución al acercarnos al principio. Eso hace que el caballo sienta temor y se aleje.


Por eso es necesario entender varias señales que el caballo hace, y en base a este estudio de las señales y de las emociones en especial del caballo, se puede mejorar mucho la relación. Hay que tener en cuenta que el caballo siempre estará dispuesto a entregarse a su totalidad siempre que el hombre lo trate con mucho cariño y le de las condiciones adecuades de vida. Porque el rendimiento del caballo no solo depende de él, sino también del trabajo, dedicación disciplina y amor que le ponga su humano al estar juntos, aprovechando sus cualidades como la fuerza muscular, la resistencia al esfuerzo, la velocidad y la inteligencia que estos poseen. Y cada raza de caballos tiene su especialidad.


Estudiar el lenguaje corporal de los caballos es todo un arte, lo que nos obligaría a hacer una nueva entrada explicando cada parte del caballo porque desde el movimiento de las manos y la cabeza tiene cada uno su significado particular, sin embargo hablemos de su postura solamente. Simplemente con observar su postura podemos extraer su estado emocional y fisiológico. Por ejemplo, cuando un caballo tiene un dolor muy agudo, tiende a recostar su cuerpo sobre el lado contrario al que siente el dolor, además de que la cabeza, la cola y las orejas están caídas. Ese es un síntoma de alarma entre los criadores y dueños de caballos.



Sí detallamos la inteligencia del caballo, hasta hace unos 20 años aproximadamente se sostenía la teoría de que los caballos eran menos inteligentes que los perros, los delfines o los pulpos. El caballo demuestra una gran inteligencia social en especial con el humano. Es una inteligencia de tipo reactiva comparable a los perros, pues como ellos son capaces de interpretar una expresión o un estado anímico de los amos. Punto aparte es para la belleza de los caballos. Y ni hablar de los retratos y vídeos en los que el caballo muestra todo su arte deleitando al ser humano.


El caballo es un animal capaz de unir al ser humano, hacer que con su presencia se genere una mística única que convierte a un grupo de gente en verdaderos seguidores y complementos de este noble animal. Un caballo y un ser humano se convierten en una postal de verdadera digna de admirar y de retratar en lienzos finos. Es un animal que puede acercar corazones caprichosos y nobles. El caballo es capaz de forjar las más estrechas relaciones de los humanos entorno a una pasión y a un sentimiento de unión. Un animal que puede dar la fuerza y la vitalidad que a muchos humanos les falta. Un ser que puede inculcar el amor a la naturaleza y al prójimo a quienes dependen de ella. Y capaz de convertirse una gran compañia en todo momento y circunstancia.



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Nos vemos en el camino.









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